Enviado por Gonzonet a través de Google Reader:
Ahora que hace calor, el cuerpo queda siempre más visible, y si bien es esencial aceptarse como sé es (aunque ello no signifique que uno no quiera mejorar aquéllos aspectos que se pueden mejorar y que dependen de nosotros), es muy probable que haya partes como el cuello y la parte alta del cuerpo que queda más expuesta-el escote- y queremos que luzca mejor.
Además, y como en todo, la actitud es primordial: de qué nos sirve tener una piel tersa y firme si vamos encorvados y mirando para abajo. Por ello, lo primero es adoptar una posición adecuada, y luego sí ayudarse con otros cuidados y ejercicios específicos.
Una postura acorde consistirá en mantener la columna recta, con los hombros ligeramente hacia atrás y la cabeza erguida (tampoco forzada, sólo natural y respetando el eje).
Por otro lado, para lucir un bonito escote una buena ayuda será un sujetador apropiado, siempre respetando tu busto natural de forma tal que lo mantenga firme pero que no lo presione en demasía.
Compartamos también algunas ideas de ejercicios especiales para esta región del cuerpo:
- Primero prepara y calienta los músculos del pecho realizando movimientos circulares de hombros y brazos hacia adelante y hacia atrás.
-Luego, puedes hacer tres series de fondos para trabajar bien los pectorales. En el suelo, abre bien los brazos, cruza las piernas y apoya las rodillas, presta atención a tu cuerpo, a que esté alineado. Descansa 2 minutos entre serie y serie. Si te cuesta mucho, empieza haciéndolos de pie, apoyada en una pared.
- También puede acudir a la ayuda de mancuernas para fortalecer estos músculos (o si no tienes, botellitas de agua). Las sujetas con los brazos en ángulo de 90º (el codo en línea con el hombros), entonces las cruzas por delante del pecho haciendo fuerza con los músculos pectorales. Se recomienda hacer unas tres series de 15 repeticiones cada una.
Descansa unos cinco minutos entre ambos ejercicios. Finalmente, asegúrate de estirar bien los brazos y elongar los músculos.
Otro truco, más allá de la ejercitación: puedes finalizar tu ducha con un chorro de agua fría para tonificar y mejorar el aspecto de la zona.
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