Enviado por Gonzonet a través de Google Reader:
El exceso de estrés afecta nuestro físico y mente: no sólo puede dejarnos más vulnerables a enfermedades y desgastarnos mentalmente, sino que también puede hacernos lucir mal y, de hecho, repercutir negativamente en nuestra piel.
La respiración profunda y consciente es una herramienta al alcance de todos para contrarrestar estos cuadros de estrés: y, justamente, una de las consecuencias de cuando se está estresado es que la respiración puede verse acelerada y ser más superficial, lo que además se traduce en menos cantidad de oxígeno circulante y, reavivante.
Entonces, a la hora de bajar un poco los decibeles, nada mejor que apartarse por unos minutos y respirar profunda y pausadamente. Así lo sugirió a su vez una experta en el mundo del welness norteamericana, Ann Pardo, a la revista especializada Fitness Magazine.
Es que el estrés también puede hacer lucir nuestra piel más opaca y con menos vida. Entonces, ya sabes, cada vez que sientas que estás pasando por demasiadas tensiones, sólo búscate unos momentos de tranquilidad para algo tan esencial como la vida misma: respirar. Prueba con hacer profundas inhalaciones, durante cinco segundos, y luego exhala en el mismo tiempo. No sólo hará lucir tu piel más sana y viva, sino que también te hará sentir mucho mejor.
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